martes, 27 de noviembre de 2012

Pérdida de su osito

Para el niño es mucho más que un muñeco, es su amigo inseparable, que le consuela y le da seguridad.
Ositos blanditos, mantitas suaves e incluso un extremo de la sábana. El pequeño los muerde, los abraza y disfruta de su aroma inconfundible, el que sabe a mamá y a mimos.Los especialistas los llaman "objetos transicionales", suelen empezar a formar parte de la vida del niño antes de cumplir el primer año de vida, y lo acompañan durante casi toda su infancia. Sirven para tranquilizarle y consolarle, sobre todo en el delicado momento de ir a dormir.Por este motivo, si se pierden ó se olvidan, para el pequeño supone un verdadero drama.
Si vais a dormir fuera de casa y os habéis olvidado el peluche, el primer consejo es no dejarse llevar por el pánico. De lo contrario, se transmite al niño la idea de que no puede vivir sin él. Hay que intentar suavizar este momento con las palabras y los abrazos. Si el lugar no está demasiado lejos y, de alguna manera, se tiene la posibilidad de ir a buscarlo o de que alguien lo traiga, lo ideal es recuperar el osito.
Sin embargo otras veces la situación no tiene remedio y se ha perdido,en estos casos es preciso explicar al niño con sinceridad como están las cosas, el segundo paso es proponer al pequeño un "sustituto" del peluche, pero sin tener prisa, dándole el tiempo suficiente para asimilar lo sucedido. Por ejemplo, se le puede llevar a una tienda de juguetes y preguntarle si ve algún osito que se parezca al suyo y que le guste.. También se le puede decir que busque un nuevo juguete que le guste mucho y se convierta en su nuevo amigo.Lo importante es no tener la pretensión de sutituir su objeto querido, porque, para él, ningún otro puede reemplazarlo.

LO QUE NO HAY QUE HACER.

No se debe mentir al niño.Si el osito se ha perdido, no hay que crearle la ilusión de que lo va a recuperar
Es importante no burlarse de él nunca, con frases, como "Así, nunca te harás mayor " ó "Ninguno de tus amigos estaria así ". Para él, representa un gran disgusto.
No te preocupes si el niño se muestra muy unido a su osito o a la mantita. Estos objetos representan los primeros pasos hacia la autonomía, así como un intento de separación de la figura materna.
No hay que tener prisa por eliminar el objeto de transición, aprovechando la ocasión de haberlo perdido para no reponerlo. Cuando el niño se sienta preparado, abandonará a este valioso compañero de viaje de forma espontánea.

DEFINICIÓN DE OBJETO TRANSICIONAL.

Así se denomina en psicoanálisis al objeto que ayuda al niño a afrontar el momento de la separación y cualquier situación que le produzca malestar, además este objeto le tranquiliza, porque en su mente, recrea la función materna. El hecho de que el niño busque llenar el vacio creado por la ausencia de su mamá con un sustituto ,recreando la sensación de seguridad que le proporciona el vínculo con ella, es muy positivo e indica la existencia de una relación muy rica, asimismo denota una cierta autonomía y creatividad, de hecho el niño ha encontrado por sí mismo la solución a un problema.










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