lunes, 19 de noviembre de 2012

DESARROLLO DEL NIÑO DE 10 A 12 MESES

Al principio, nuestro hijo gatea velozmente por toda la casa, luego, intenta apoyarse en algo para ponerse de pie, y en torno al año, el pequeño se acercará tambaleándose hacia nosotros.

Éste es un periodo de dolor de espalda y de paciencia, de mucha atención y de alegría. En este trimestre, nuestro hijo será capaz de dar algunos pasos, muchas veces de lado.

DIEZ MESES.

El niño ya distingue el tamaño de las cosas en relación con la distancia.También reconoce cuándo le estamos preparando la papilla por los ruidos que le llegan de la cocina. Sabe que vamos a la calle cuando nos ve ponernos el abrigo.
Muchos niños se aferran a un pedazo de ropa, a un pañuelo ó a una manta , que les proporciona seguridad, incluso chupan estos objetos, pues le recuerdan a su madre. Es mucho mejor no reprimir esta conducta, ya que el pequeño está solucionando por si solo sus conflictos internos.

ONCE MESES.

A esta edad, el niño pasea entre los muebles de toda la casa. Por este motivo, si tenemos alfombras, es conveniente que las eliminemos durante algún tiempo, para que el pequeño no se pueda resbalar. El niño probará también a levantarse del suelo, utilizando una silla como apoyo, a la que se sujetará con la mano. Asimismo deberá afrontar sus primeras caidas.No le gritemos, ni nos preocupemos más de lo necesario.
Son pocos los niños que hablan antes de cumplir en año, lo cual no es un signo especial de inteligencia.
Los niños tienen un lenguaje propio. Algunas veces, resumen toda una palabra en una sola sílaba. En otros casos, emplean sonidos que permitan identificar el objeto en cuestión: "chuf-chuf ", quiere decir "tren" y "guau-guau" significa "perro". Lo que importa es que los adultos no empleen este lenguaje, sino que se dirijan al pequeño utilizando las palabras justas, con la pronunciación exacta.
El niño es más consciente de su propia identidad. Sabe cuales son sus dimensiones, qué necesita ó lo que más le gusta.También sabe con toda claridad lo que no le gusta, por lo que procura comunicárnoslo. Su curiosidad se hace más intensa y le atraen más los juegos de acción. Le gusta todo lo que se desplaza.
Hacia finales de este mes, aumenta su sentido del humor.
Cuando nosotros nos reimos por algo que ha hecho, le gusta que lo hagamos y tiende a repetirlo en otras ocasiones.

DOCE MESES.

El niño ya distingue lo que está bien y lo que está mal.
Esto no significa que no siga mostrándose caprichoso. Deberemos procurar no perder nuestro control. Demasiados reproches le conducirían a prestar poca atención a cuanto le decimos. Será mejor reñirle sólo por cosas de importancia, como una conducta peligrosa para su salud.
No debemos recurrir a los castigos físicos por insignificantes que sean.
El pequeño los percibe como una agresión. Nuestro tono de voz ó una expresión seria son medios mucho más eficaces.
Después del primer año, el niño actua con más conocimiento, está aprendiendo a pensar, además de a hablar, para poder comunicarnos lo que piensa.







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