lunes, 18 de marzo de 2013

Niños a dormir

Una rutina fija, leer cuentos y evitar comidas excitantes son pautas básicas para que el niño duerma las horas necesarias.


Para ellos nunca es tarde y siempre encuentran excusas para retrasar el momento de irse a la cama. Que les leamos otro cuento, beber más agua o levantarse al baño puede retrasar indefinidamente el momento de irse a la cama, sobre todo si las peticiones llegan acompañadas de pataletas, lloros y chillidos. En ocasiones los padres nos vemos superados por estas situaciones y acabamos retrasando el momento de descansar, aunque sepamos que acostarse temprano es fundamental para el rendimiento escolar de nuestros hijos.
Y no solo para eso, pediatras y educadores infantiles coinciden en subrayar que dormir bien es clave para asegurar una buena salud.
Los expertos afirman que dormir menos horas de las necesarias puede alterar la velocidad normal de crecimiento del niño y dar lugar a importantes problemas de conducta.
A continuación os voy a dar algunos sencillos trucos que ayudan a conseguir que el niño se vaya a la cama pronto y descanse tanto como necesita.

Momento adecuado.

La pauta más importante para lograr que el niño se vaya a la cama a la hora adecuada es crear una rutina de sueño. ¿Cómo? El primer paso es determinar cúal debe ser la hora de irse a la cama.Un bebé recién nacido precisa dormir aproximadamente 16 horas al día. A medida que el niño crece, se reduce, según la siguiente progresión: 15 horas diarias a los tres meses de vida, 14 horas al año de edad, 13 horas a los dos años, 11 horas a los cinco, diez horas a los nueve años, nueve horas a los 14 años, y ocho horas a partir de la mayoria de edad.

No es un castigo.

Es importante evitar que el niño relacione la cama con una situación de castigo. Sería, por tanto, un error obligar al niño a dormir por haberse portado mal. Lo que si conviene es que el niño pase tiempo en su dormitorio durante el día, con el fin de que no lo asocie con el momento desagradable de irse a dormir.
Crear una rutina de sueño en el niño implica que no solo la hora de acostarse debe ser la misma, sino, también, la de levantarse. Contar con horarios fijos facilitará que el pequeño acepte sin protestar irse a la cama.
Si durante las semanas de descanso los niños que van al colegio cambian sus horarios habituales ( se acuestan y se levantan más tarde ), es aconsejable que en los días previos al comienzo de las clases se vayan acostumbrando, de forma gradual, a su ritmo normal.
Para crear una rutina, el siguiente paso es establecer una serie de actividades que se repetirán cada noche antes de ir a dormir.Las más habituales son darle un baño, ofrecerle un biberón de leche, cepillarse los dientes juntos o leer un cuento en su compañia. La creación  de un ritual ayuda a la creación del hábito y a conciliar el sueño.

El ejercicio físico ayuda.

Para que el niño se vaya a la cama, lo mejor es que se encuentre cansado y relajado. Por eso, es recomendable que durante la jornada realice algún  tipo de actividad física, como jugar al aire libre,hacer natación o practicar otro deporte. Para que se relaje, es importante evitar actividades que le puedan excitar durante esta última parte del día, entre ellas, jugar con los videojuegos y ver la televisión, sobre todo dibujos que le exciten. Por su parte, la lectura de un cuento como última actividad del día, antes de apagar la luz y de que el pequeño se quede solo, contribuye a que el niño se relaje.

Nada de azúcar.

La alimentación también influye en la calidad del sueño. Hay comidas que excitan al niño, por lo que harán más complicado, que se vaya a la cama cuando lo indiquen sus padres. En este sentido, es importante prescindir de las bebidas con mucha azúcar, así como de la cafeína.
Se debe promover la capacidad del niño para dormirse sin que sus padres estén presentes, y en su propia cama. Si tras apagar la luz y abandonar la habitación, vuelve a levantarse los expertos recomiendan acompañarle a su cama y calmarle. Lo que no se debe repetir nunca es la rutina anterior  lectura, etc... ya que el niño lo entendería como una forma de ganar tiempo y es fácil que lo asuma como hábito.









jueves, 7 de marzo de 2013

Querido chupete

Ocupa un lugar especial en el corazón de muchos niños, ya que permite descargar la tensión, ofrece compañia y aporta autonomía.

 Una amplia oferta.

En el mercado, existe una gran variedad de chupetes :con tetina de látex o de silicona, especiales para la noche, con o sin anilla, para bebés prematuros o niños más mayorcitos, con diseños coloridos, exclusivos o personalizados....
Uno de los elementos más importantes del chupete es la tetina. Según su forma, podemos encontrar cuatro tipos de tetinas : de gota, ovalada y más chata que la anterior, anatómica, que imita la forma del pezón durante la succión, y fisiológica, caracterizada por un diseño simétrico y plano.

El chupete ideal.

El chupete debe aproximarse lo máximo posible a la conformación del paladar del niño. Asimismo, la succión de la tetina debe asemejarse a la succión del niño cuando toma el pecho materno. Según los expertos, el chupete ideal es áquel que provoca la menor obertura de la boca, ejerce la menor presión sobre el paladar y presenta una superficie de contacto sobre el paladar lo más parecida posible a la lengua.

Consejos de uso.

Antes de utilizar el chupete, hay que lavarlo cuidadosamente con agua y jabón, y esterilizarlo. Si no se va a usar inmediatamente después de esterilizarlo, debe guardarse en un recipiente limpio, seco y tapado. Por razones de higiene y seguridad, después de uno o dos meses de uso, es necesario sustituirlo. Por este motivo, se aconseja utilizar de forma alternativa dos o tres chupetes.
Asimismo nunca hay que sumergir la tetina en sustancias dulces o medicamentosas, ya que podrían provocar caries en los dientes del niño.

Lo que hay que comprobar.

- Los materiales del chupete deben ser resistentes, atóxicos y antialérgicos. En la mayoria de los modelos, el escudo y la anilla están realizados en diferentes tipos de plástico ( libre de bisfenol A), en látex y también en silicona.
-El tamaño de la tetina debe ser el adecuado: su longuitud ha de ser igual o inferior a 30 mm.
-La tetina debe ser flexible y ergonómica, para adaptarse a la forma del paladar del bebé.
-El escudo no debe separarse de la tetina, aunque se ejerza una fuerte tracción. Asimnismo, debe ser más grande que la boca del niño e incluir al menos dos orificios de ventilación, que ayudan al bebé a respirar e impiden la obstrucción de la saliva.
-La anilla debe estar bien sujeta y no debe poder separase del escudo. Algunos chupetes, especialmente los de noche, no disponen de anilla para proteger mejor la carita del bebé.
Os digo a continuación algunas de las marcas que podeis encontrar en el mercado:
BÉABA. BEBÉ CONFORT. CHICCO. NUK. JANÉ. NUBY. SUAVINEX. MAN BABY. ELODIE DETAILS. PHILIPS AVENT. TUTETE, etc....








lunes, 4 de marzo de 2013

Rechaza los alimentos sólidos

El destete es uno de los momentos más delicados en la vida del pequeño. Hay que tener, sobre todo, mucha paciencia y prestar atención a los ritmos del pequeño. Aunque, en algunos casos, parezca tomarse su tiempo, no hay nada que temer.

La "huelga dela papilla" puede llegar a cualquier edad, pero el periodo más crítico es durante el destete, cuando se pasa de alimentos líquidos a sólidos, a los 5-6 meses. El pecho ó l biberon, representa un vínculo muy estrecho que el niño aún mantiene con su mamá :la toma es un momento muy gratificante, rico en sensaciones agradables. El pecho es blando y cálido, mientras que la cuchara es  fría y rígida y el sistema debe aprender paradeglutir los alimentos sólidos,es totalmente diferente. Eso sin contar con la separación física que se produce entre el niño y su mamá: el pequeño debe acostumbrarse a comer la papilla sentado en su trona y renunciar al abrazo reconfortante que le envuelve cuando succiona la leche.

Como prevenir esta situación.

Para acostumbrar al niño a tener una relación equilibrada con la comida, el primer paso es aprender a comprenderle y a respetar sus exigencias desde el principio.. Por lo tanto, luz verde a la lactancia a libre demanda, tanto si se toma el pecho como el biberón, pero sin obesionarse con la balanza.
Es suficiente con pesar al bebéuna vez a la semana, teniendo en cuenta que, durante los primeros meses de vida, debería engordar al menos 500 gramos al mes, que corresponden a un incremento semanal de unos 120-130 gramos.
Otro parámetro que hay que controlar es la frecuencia con la que el pequeño hace pipí:si la mamá encuentra el pañal mojado 5-6 veces al día, significa que todo va bien.

Con el destete, hay que proceder de forma gradual, sin prisas.
Si, en el primer intento, el niño rechaza una papilla diferente de la habitual, no hay que insistir, se puede volver a intentarlo unos dias después.
Si el rechazo es obstinado, se puede intentar cambiar el tipo de cuchara ( las de metal pueden producir una desagradable sensación en la boca ) o bien la consistencia de la papilla, en algunos casos, el rechazo a la papilla tiene un significado de regresión,algunos niños quieren volver a tomar sólo leche y poco más, no hay nada de malo en secundar estas peticiones, lo importante es intentar conocer el motivo de que quiera "volver a ser pequeño".Por ejemplo , esta situación puede producirse coincidiendo con algún cambio, como el nacimiento de un hermanito, un traslado o el comienzo del colegio.
Volver al niño a estos "alimentos mimosos" permite al niño coger confianza y recuperar energias, para después, seguir creciendo. Solo se trata de uan fase pasajera que dificilmente dura más de dos o tres semanas.
Alrededor de los ocho meses, es frecuente que el niño presente falta de apetito, coincidiendo con el periodo de la dentición. Además, al adquirir mayor autonomia en el movimiento, el pequeño pierde un poco de interés por la comida,porque toda su atención está dirigida al descubrimiento de sus nuevas habilidades motoras.
Su gusto se está afinando, y es importante que la mamá consiga estimularle proponiéndole sabores nuevos, para satisfacer su curiosidad y su apetito. Si esto no se produce, puede suceder que el niño se aficione a los viejos sabores y empiece a pedir más leche.

QUE NO HAY QUE HACER.

A partir del destete se debe evitar ejercer presión para que el pequeño coma en contra de su voluntad:nunca hay que hacerle pensar que se le quiere o se le aprueba sólo porque "satisface a la mamá" vaciando siempre el plato que se le ofrece.
No hay que introducirle en la boca la cuchara muy llena, con la esperanza de que "coma algo": al principio, lo que hace el niño es succionar el alimento.
No se pude pretender que el niño no toque la comida con los dedos : manipular la papilla es importante para que aprecie mejor esta experiencia.
No hay que ofrecerle la cuchara desde arriba, porque el niño puede vivir esta experiencia como una imposición.
No se debe transformar la comida en un arma de chantaje, ofreciendo al niño una recompensa si come : a medida que crezca, acabará siempre pidiendo algo a cambio de lo que haga.
No hay que sentirse "suspendido" si el pequeño rechaza el alimento, y tampoco pensar que esto significa que no quiere a su mamá. Normalmente, el niño con su "no" sólo expresa sus gustos y sus ritmos alimentarios, que no necesariamente coinciden con  los de los mayores.








viernes, 1 de marzo de 2013

Elige la silla de paseo adecuada

Actualmente encontramos en las tiendas una gran variedad de sillitas de paseo disponibles para los más pequeños. Esta situación nos plantea una verdadera incógnita a la hora de elegir una de ellas y saber, sobre todo, si nuestra decisión ha sido la correcta.

Debemos tener en cuenta además del diseño, factores como el uso o las utilidades. Sin embargo, el factor primordial cuando hablamos de los más pequeños es, sin lugar a dudas, la seguridad.
Por ello la organización de consumidores FACUA-Consumidores en Acción ha advertido sobre la peligrosidad de varias sillas por diversos motivos, como pueden ser el riesgo de asfixia, de caída y lesiones diversas, mala postura del niño, que generen piezas pequeñas, la existencia de pequeños huecos donde puedan quedar atrapados los dedos de los niños o el incorrecto funcionamiento de los dispositivos de estacionamiento y frenado, entre otros.
Para elegir correctamente, pensando en el pequeño y teniendo en cuenta todos los factores relacionados con la seguridad, vamos a ver algunas claves que se deben tener en cuenta a la hora de tomar esta importante decisión:


Para comprobar la seguridad de una silla se debe reclinar el respaldo al máximo y ejercer presión con la palma de la mano hacia abajo, a la altura en la que estaria la cabeza del niño y de esta manera segurarse de que las ruedas delanteras no se elevan.

Los cinturones de seguridad han de ser firmes y estar perfectamente acabados, para que el niño no se lesione.

Hay que tener en cuenta las propias necesidades ya que debido al terreno por el que se vaya a llevar la silla se elegirá un tipo de rueda u otro. También es necesario comprobar las dimensiones de la silla para que no haya ningún tipo de problema a la hora de entrar por puertas y ascensores.

Es imprescindible verificar la flexibilidad empujando la estructura hacia abajo y apoyándose en el manillar o empuñaduras, de manera que el chasis ceda y vuelva a su posición original.

El chasis debe poder abrir y cerrarse fácilmente. Para impedir su cierre accidental la silla debe estar provista de un dispositivo de bloqueo de doble seguridad.

El asiento debe estar bien tensado y no tocar la estructura metálica en ningún punto.

Es recomendable comprobar el sistema de frenado antes de la compra para evitar la caída del niño.