Si el pequeño llora a media noche, la mejor manera de calmarle es abrazarle. Si le duele la barriguita, una simples caricias de su madre pueden ser suficientes para hacerle soportar el dolor durante más tiempo.
Si rompe a llorar por miedo ante un extraño, el hecho de hablarle con un tono tranquilizador puede ayudarle a sentirse protegido y a salvo.
Para afrontar con seguridad, los primeros meses de vida, no existe nada mejor para el bebé que un cálido abrazo de su madre, unas dulces palabras a media voz y un delicado masaje en la espalda.
Para estar bien, el niño necesita del contacto con su madre, y también sentir su voz y su calor. Por lo tanto, es importante abrazarle a menudo e intentar hablarle en tono tranquilizador desde sus primeros meses de vida. No te preocupes si te sientes insegura, pronto te convertirás en una experta.
PARA HACER LA DIGESTIÓN.
Para conseguir que el pequeño eructe, la mejor posición es la vertical, con la barbilla apoyada sobre el hombro de la madre. En esta posición es importante darle un masaje en la espalda, con una mano, para poder sujetarle sin problemas.
PARA ALIVIAR LOS CÓLICOS.
Para facilitar la eliminación de gases de su barriguita, es conveniente colocarle boca abajo.
El aire sale más fácilmente y así también se relaja.
PARA SATISFACER SU CURIOSIDAD.
Para distraerle, cuando llora ó simplemente, para hacer que se divierta un rato, lo mejor es sostener al pequeño con la espalda apoyada sobre el cuerpo de la madre, de manera que pueda observar el ambiente que le reodea, e incluso, que pueda aprender a reconocerse en el espejo.
Por otro lado, mirándole a los ojos, la madre puede reforzar la interacción y el entendimiento con él.
PARA COGERLE CON SEGURIDAD.
Cuando desplaces al pequeño, sujétale la cabeza con la mano.Así evitarás que realice movimientos bruscos, al menos durante los primeros meses.
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