jueves, 27 de diciembre de 2012

Adiós al pañal

Cuando ya anda solo y come casi de todo, dejar de usar el pañal es otra meta en la vida de un niño, un paso más en el largo proceso de la independencia que tiene por delante y que durará hasta su adolescencia. Un acontecimiento esperado por sus padres que, sin embargo,no debe precipitarse.
Es frecuente que la familia o los responsables de las guarderias insistan a los padres para que enseñen a sus hijos a ir al lavabo y prescindir del pañal.
Pero el control de los esfínteres requiere un grado de madurez que raramente se puede esperar en un niño menor de 2-3años.
En realidad, se suele considerar que a partir de los 30 meses es la edad ideal para intentarlo. Esperar el momento adecuado puede hacer mucho más fácil el periodo de transición. Si el niño está preparado bastarán unos pocos dias pra que aprenda la dinámica, normalmente entre dos semanas y un mes. Si no lo está , el proceso puede durar mucho más, incluso años, hasta lograr el control completo, noche incluida.
Al margen de la edad, hay algunos indicios que pueden ayudaros a adivinar si vuestro hijo está preparado para dar el paso : si no moja constantemente el pañal, si sus deposiciones tienen un horario más ó menos regular, si avisa cuando ha mojado el pañal, si sabe decir " pipí" y "caca", si no le gusta llevar el pañal mojado o si tiene capacidad para entender nuestras instrucciones.
Como cualquier proceso de aprendizaje, enseñar al niño a ir al baño requiere grandes dosis de paciencia y calma. Explícarle que hacer y no reprenderle nunca por los accidentes que inevitablemente se producirán.

La primera lección es dejarle ver como otros miembros de la familia utilizan el inodoro, preferentemente de sus mismo sexo si se trata de una niña, porqué si ésta ve a su hermano mayor haciendo pipí de pie, intentará hacerlo igual.
Al principio, a los niños es mas fácil enseñarlos a hacer pipí sentados y más tarde de pie "como los chicos mayores". El wáter que utilizan los adultos y niños mayores de la casa puede intimidar un poco a una criatura pequeña y es poco práctico, ya que el niño se puede caer hacia atrás. Lo mejor es empezar utilizando el orinal que puede colocarse en el mismo baño o en su habitación.
Hay que explicarle para qué sirve y cómo debe sentarse, aunque al principio lo haga vestido, para familiarizarse con el artilugio.. Después, ya se puede empezar a quitarle el pañal y sentarlo para que haga algún intento. Si no quiere permanecer sentado, leerle un cuento o distraerle un poco, para que se quede unos minutos (cinco como máximo bastarán).
Si para entonces no ha conseguido nada, dejar que se levante y siga con sus actividades.
El paso siguiente es quitarle el pañal y explicarle que cuando tenga pipí o caca debe sentarse en el orinal, secarse después con toallitas húmedas ( las niñas siempre de delante hacia atrás ) y lavarse las manos.
El control de los enfínteres durante la noche es una meta que suele tardar un poco más en conseguirse.Mientras dura el aprendizaje durante el día, puede seguir usando pañales por la noche. Después, cuando ya se note seguro, se puede empezar a prescindir de ellos.
Hay que asegurarse de que vaya al baño antes de irse a dormir, colocar un protector bajo la sábana para evitar que se moje el colchón si se le escapa el pipi cuando duerme. No le riñan nunca cuando esto ocurra, en lugar de ello, hay que felicitarlo cuando no moje la cama y contarle que esto le pasa a todos los niños cuando dejan de usar pañal.
Explicarle que si se despierta y tiene ganas de ir al baño debe pedir ayuda.
Si sigue mojando la cama durante la noche a medida que pase el tiempo, pero controla perfectamente sus necesidades por el día desde hace más de un año, hay que consultar a su Pediatra.




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