jueves, 3 de enero de 2013

Las chuches

Hay que ver como les gustan, pero ¿hay que prohibir las chuches ?.

Jarabe de glucosa, azúcares, gelatinas, grasas vegetales, antioxidantes, colorantes y un sinfín de aditivos son los encargados de dar color, sabor y esa textura fantasiosa que les encanta. Estos son los componentes de la mayoría de las golosinas que hacen sus delicias y ninguno de ellos aporta algo a una alimentación sana.

¿Quiere decir eso que debemos colgar el cartel de prohibido a cualquier bolsa de chucherias ?. No hay que llegar a ese extremo , el azúcar concentrado, igual que los aditivos, no son dañinos en pequeñas cantidades. El problema es cuando nos pasamos, momento en el que se desencadena en nuestro organismo un proceso químico que tiene sus consecuencias.
Dos raciones semanales ( la ración equivale a un puñado ) no le harán ningún daño. Al fin y al cabo, se trata de productos que han pasado por una supervisión y están controlados sanitariamente.

La mejor manera de vencer a la tentación es aliarse con ella. O, en este caso, intentar que no vean estas atractivas formas de colores comestibles como un manjar exquisito y tan censurado que, en cuanto tengan ocasión, se lancen hacia ellas sin medida.
Es cuestión de tratarlas como lo que son : un producto de consumo puntual que en pequeñas cantidades no hace daño, pero que no debe formar parte de la base de su alimentación.

Dividir los alimentos en recompensas y sanciones no es un buen método para lograr una dieta equilibrada.
Si las nubes, los caramelos y las gominolas son el premio a que se haya portado bien durante la comida o recogido su cuarto, acabarán dando aún más valor a las chucherias. Y lo que es peor, pueden asociar las judias verdes o el pescado como un castigo, ya que les toca comerlas cuando no han hecho nada especial.

Cuidado con las prohibiciones.

Cuando se nos prohibe algo, nos sentimos más atraidos hacia ello.Y los niños no son distintos a los adultos en esto. De ahí  que prohibirle comer golosinas puede no ser una buena decisión, porqué seguramente seguirán nuestras normas cuando estemos delante, pero cuando no les veamos harán lo que quieran. Y estos productos "prohibidos" estarán  con toda probabilidad en su lista de compra.

Donde van a encontrar golosinas si o si es en los cumnpleaños y fiestas infantiles. No es extraño ,entonces, que asocien chuches con momentos divertidos. Por eso las chuches actuán como estimulantes y por eso también es normal ver a los niños tan activos y nerviosos cuando tienen una bolsa de gominolas entre las manos.





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